Semanas atrás se reportó que el estudio Sony Pictures Entertainment fue víctima de un hackeo informático sin precedentes. Horas atrás el FBI acusó formalmente a Corea del Norte de haber perpetrado dicho ataque.
El secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jeh Johnson, afirmó que el ciberataque contra Sony «no sólo fue un ataque contra una compañía y sus empleados«, sino también «un ataque contra nuestra libertad de expresión y nuestra forma de vida«.
Recordemos que el ciberataque efectuado el pasado 24 de noviembre, culminó con la exposición de información privada del estudio respecto de sus empleados, entre ellos mails, documentos privados, números de seguro social, salarios de algunos actores, así como varias películas que aún no se estrenan. Pero la gravedad del asunto se produjo esta semana tras recibir amenazas terroristas que hacían alusión al atentado del 11 de septiembre, frente al estreno de The Interview. Lo que obligó a Sony a suspender el lanzamiento comercial de la cinta.
La conclusión de que la nación comunista estaba tras el crimen surge a consecuencia de la trama de la película, una comedia que expone un complot de la CIA para asesinar al mandatario norcoreano, Kim Jong-un.
Asimismo, se estipula que este ataque será el más costoso que una compañía haya tenido que enfrentar. La experta en ciberseguridad, Avivah Litan, dijo que «el ataque fue al corazón del negocio de Sony y tuvo éxito«. Además agregó, «no hemos visto un ataque como este en la historia de los Estados Unidos«.
Además del costo que Sony deberá enfrentar tras este terrible suceso, se suman la pérdida de recaudaciones de la taquilla por el estreno de The Interview; y el costo de las demandas de los empleados contra el estudio, a causa de la filtración de información personal. Además está en juego la propia reputación del estudio que podría llevar a directores, actores y guionistas a no querer trabajar más con la compañía.
Por si fuera poco, las acciones efectuadas por Sony en la última semana han despertado un debate sobre cuestiones de censura, y la posibilidad de que otros estudios y compañías norteamericanas se encuentren también en riesgo.
En las últimas horas diversas personalidades de la industria cinematográfica han criticado fuertemente la decisión de Sony de haber cancelado el lanzamiento de la película. El actor George Clooney dijo que «Hollywood no debería dejarse amenazar por Corea del Norte«, y criticó la falta de respaldo que el estudio recibió.
Tal es la conmoción que ha causado todo este asunto, que en la conferencia de prensa llevada a cabo en el día de hoy por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hizo una referencia respecto de las acciones del estudio. «Creo que han cometido un error«, dijo Obama desde la Casa Blanca. «Desearía que hubiesen hablado conmigo antes» de tomar la decisión de cancelar la película.
Sin duda el futuro de Sony Pictures es incierto. La compañía deberá afrontar las consecuencias del devastador ataque y la vulnerabilidad de su sistema de seguridad. Sin embargo, más allá del coste económico, será su reputación y la de sus ejecutivos la que deberá reflotar para volver a ser un gigante de la industria.
Fuente: Inc. y BBC