“Desde las colinas de las amapolas”, nueva animación de los Estudios Ghibli

La compañía japonesa de animación, conocida por renombrados títulos como “Howl’s moving castle” (el increíble castillo vagabundo), “La princesa Mononoke” y “El viaje de Chihiro”, entre otros, ha lanzado el pasado julio su más reciente creación: “Kokuriko-Zaka Kara” (“Desde las colinas de las amapolas” o “From up on poppy hill”). El director no es Hayao Miyazaki, sino su hijo Goro Miyazaki, quien ya ha dirigido otra película de estudios Ghibli llamada “Cuentos de Terramar”. Sin embargo, Hayao participó en la película co-escribiendo el guión junto a Keiko Niwa.

“Desde las colinas de las amapolas” es una adaptación del manga shōjo (género de manga dirigido a chicas jóvenes) homónimo publicado entre febrero y agosto de 1980. Ambientada en 1963, gira en torno a Umi Komatsuzaki, una chica en edad escolar que se encarga de cuidar de sus dos hermanos dado que quedaron huérfanos luego de que su padre muriera en un accidente marítimo y su madre fuera alcanzada por una bala perdida al ser corresponsal de guerra. Administra un albergue estilo occidental en la zona costera, equilibrando sus responsabilidades familiares con el trabajo y su vida escolar en la que es parte del periódico junto a sus amigos Shun Kadama, miembro del club de periodismo y Shiro Mizunuma, presidente del consejo estudiantil.

Ahora voy a dejar de lado el formalismo informativo para proferir un gritito de emoción  dado que no podría estar más ansiosa por verla. Las películas de los Estudios Ghibli se caracterizan no sólo por la calidad de las historias que combinan tradiciones y conflictos actuales, sino también por la increíble animación y las impresionantes bandas sonoras con las que terminan de construir mundos fantásticos con personajes inolvidables. Ruego que la distribución del film en América Latina se realice pronto, pues si el trabajo del hijo es una mínima parte de lo genial que son los de su padre, se tratará del tipo de animé que levanta a los otakus de sus tumbas.