Capitán América es una de esas películas que, cuando vemos el tráiler, decimos “no hay la más mínima chance de que vaya a verla al cine”. Y luego se estrena y te encontrás en la sala con los anteojitos 3D esperando que empiece.
Aquí va un resumen corto de la trama: Steve Rogers, un debilucho y pequeño muchacho con serios problemas de salud (come on, había tenido escarlatina, sufría de asma y un par de plagas de Egipto más) desea fervientemente enlistarse en la Armada estadounidense para ir a patear traseros nazis. Luego de que lo rechacen repetidas veces por sus debilidades físicas, compadece a un científico que lo invita a sumarse a un experimento novedoso que le permitiría unirse al ejército. Dicho experimento consiste en inyectarle un suero que le produce mutaciones genéticas, convirtiéndolo en un gigante, musculoso, rápido y ultrafuerte guerrero.
Antes de que algunas interesadas se lo pregunten, se puede apreciar el arduo trabajo físico al que Chris Evans se sometió para personificar a este icónico héroe. Su etapa de flacucho fue hecha por un doble de cuerpo, y el cambio que se genera luego de que le inyectan el suero insta a pensar de qué se ocupan los científicos que no están desarrollando algo así en la realidad (soñar no cuesta nada).
Para la audiencia masculina la delantera de Peggy Carter, el interés amoroso del Capitán, no pasará desapercibida. Es interpretada por la actriz Hayley Atwell, quien parece tener un futuro bastante prometedor en la industria Hollywoodense. Muchos nos quedamos con ganas de que la historia entre ella y Steve se desarrollara un poco más, pero no es la esencia de la película tampoco así que el pobre deberá permanecer casto mucho, mucho tiempo.
No voy a decir que fue una buena película porque estaría distorsionando la verdad al punto de casi mentir, pero te deja muy conforme. Nadie puede ir a verla con expectativas desorbitadas de presenciar una película con una profundidad argumental y metafísica que te deje con la quijada colgando, uno tiene que mentalizarse en que se basa en un cómic creado con fines propagandísticos en medio de la segunda Guerra Mundial. Y, tal como se puede esperar, es la expresión de yankeeland a su máxima potencia: escuditos, banderas, trajes, más escuditos, escenarios, lluvia de confeti, todo es azul, blanco y rojo. La estrellitas de la bandera de USA cubren cada centímetro de pantalla de principio a fin del film, y las típicas marchas de guerra suenan todo el tiempo.
En cuanto a los efectos, lo menos creíble probablemente sea la apariencia del villano del film Red Skull, pues Hugo Weaving se retira una máscara de piel que oculta su verdadero rostro que guarda cierto parecido a Voldemort pero en tonos escarlata. Además, la escena es muy similar al video de Robbie Williams “Rock DJ” (se ruega no imaginar a Red Skull con sunga de tigre, podría ser desagradable).
Las imposibilidades físicas que desafían leyes de gravedad, inercia y algunos otros principios básicos del mundo real pueden justificarse con que mantiene cierto aire a cómic lo cual hace creíbles ciertas cosas que sólo podemos aceptar en el mundo diegético del film (como que Capitán América y otros dos soldados puedan saltar sobre un tren en movimiento sin siquiera tambalearse o, sin ir más lejos, que en 1940 hubieran inventado un auto que levita o un suero para transformar enclenques muchachos en súper soldados).
Un punto a favor muy importante que se puede mencionar es que la versión 3D de la película REALMENTE tenía efectos 3D, y son constantes a lo largo de sus 124 minutos de duración. Pagar un poco más para verla en tres dimensiones vale la pena, al contrario de otros films como Harry Potter and The Deathly Hallows: Part 2 que si tuvo 2 escenas con elementos tridimensionales es decir mucho.
Gran decepción: Al final de los créditos NO pasaron el delante de “The Avengers” que se suponía iba a ir adjunto. Si esto se debe a que sólo lo hicieron en los EEUU o algo así no lo sabemos, pero muchos quedamos con ganas de un poquito de Thor, Iron Man, Hawkeye, Black Widow y The Hulk.
Concluyendo, “Captain America: The first avenger” no es genial, pero dentro de lo esperable es divertida y tiene buenos efectos visuales a lo que se suma que es un MUST SEE para quienes quieran ver The Avengers el año próximo (para más info aquí), aunque más no sea por un compromiso como fan.