Película: The Descendants (Los Descencientes)
Director: Alexander Payne
Guión: Alexander Payne, Nat Faxon, Jim Rash
Reparto: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Patricia Hastie,Matthew Lillard, Judy Greer, Beau Bridges, Robert Forster, Barbara L. Southern,Mary Birdsong, Rob Huebel, Michael Ontkean, Troy Manandicm, Scott Morgan, Milt Kogan
No veíamos una película de Alexander Payne desde el año 2004 cuando hizo Entre Copas. La película no sólo contó con un excelente reparto, sino que además logró varias nominaciones al Oscar y a los Globos de Oro. Nuevamente Payne nos trae otro drama en el que el dolor y la pérdida logran ser matizados por el entendimiento, la reflexión, y un tono cuasi cómico que este cineasta tiende a darle a sus filmes.
Matt King (George Clooney) vive en Hawaii, es abogado y lleva adelante una vida tranquila, incluso aburrida, junto a sus dos hijas y su esposa Elizabeth, quien se encuentra en coma tras haber sufrido un accidente practicando esquí acuático. Este inesperado accidente llevará a Matt a reflexionar y a tomar algunas decisiones para poder solucionar los problemas en su matrimonio y ser un mejor padre y esposo. Pero cuando se entera que su esposa no volverá a despertar del coma todo su mundo se derrumba, y no sabe qué hacer. Siempre se ha considerado el “padre de respaldo”, y se asusta ante la perspectiva de tener que vérselas sólo,criando a sus dos hijas.
Por un lado, Scottie (Amara Miller) su inadaptada hija de 10 años que es traviesa, tiene algunos problemas de conducta en la escuela, y por el otro, Alexandra (Shailene Woodley), una adolescente de 17 años malhumorada que, como la mayoría de los adolescentes, se siente incomprendida por sus padres. A la hora de enfrentarse a sus hijas no sabe cómo hacerlo y no se anima. Pero no sólo eso, ante la trágica situación su hija Alexandra le dará una noticia aún peor: su esposa Elizabeth tenía un amante.
Acompañado por Scottie, Alexandra, y Sid (Nick Krause), el amigo tonto de Alexandra, Matt tendrá que informarles a familiares y amigos sobre Elizabeth y su inminente condición, esconder su infidelidad, y tratar de encontrar al amante de su esposa y así darle la oportunidad que se despida de ella. Además, Matt es el custodio de unas tierras paradisíacas que heredó de sus ancestros, y que comparte con varios de sus familiares, pero que están a punto de ser vendidas para construir un complejo turístico.
Debo decir que desde que vi a Clooney en la película de los hermanos Coen, Quémese Después de Leerse, ha probado su versatilidad como actor. Y en esta película vuelve a demostrarlo. El personaje de Matt es un hombre inseguro, que tiene miedo, que está desesperado, que no sabe qué hacer o cómo proceder, un hombre que no logra articular sus emociones porque en realidad no sabe lo que siente. Está enojado, molesto, herido, pero al mismo tiempo quiere perdonar a su esposa y poder decirle adiós sin resentimiento alguno. Y Clooney ha sabido brindarle a su personaje todo ese cúmulo de emociones.
Otra actuación que destaca mucho, es la de Shailenne Woodley. Ella realmente es el soporte de Clooney, y su personaje Alexandra, actúa de la misma forma. Tal como se ve al comienzo de la historia, ella es la que toma las riendas y comienza a comportarse como una adulta que irá guiando a su padre y ayudando a su pequeña hermana, es ella quien va a ayudar a reconstruir la armonía familiar que buscan, y de alguna manera también perdonará a su madre. El cambio que el personaje experimenta a lo largo de la historia es bastante significativo, y Woodley lo logra de maravilla.
Con un guión bastante inteligente, con algunos diálogos que rozan el límite entre la comedia y el drama, pero sin caer en el extremo de uno u otro, se cuenta una historia simple con personajes complejos, y eso es lo que más rescato del filme. El cambio de actitud de los personajes, el hecho de que se ven obligados a cambiar debido a una circunstancia dolorosa. Payne ha demostrado nuevamente que se puede hacer un drama sobre la pérdida de un ser querido, sin llegar al punto de ser desgarrador o aburrido. Tal vez parece demasiado, pero la película resulta ser muy honesta, al igual que los temas que retrata, y cuando termina nos deja con esa sensación de tristeza pero a la vez con una sonrisa.
Un último comentario que merece. El filme recibió algunas nominaciones a los premios Oscar, entre los que se incluyen Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor Principal. Además George Clooney ganó el Globo de Oro a mejor actor en la categoría de drama, y Shailene Woodley recibió una nominación como mejor actriz de reparto (lamentablemente la Academia dejó a Woodley fuera de la categoría de Mejor Actriz de Reparto). Ahora bien, las probabilidades de que el largometraje triunfe en el Oscar son muy pocas, y hasta hace unas semanas Clooney era el que contaba con todas las fichas para llevarse el galardón como mejor actor, pero deberá enfrentarse a su gran contendiente Jean Dujardin, el protagonista de El Artista que no sólo se llevó el Globo de Oro en la categoría de comedia/musical, sino que el domingo la Academia Británica le otorgó el BAFTA a Mejor Actor. En fin le quedan dos semanas a Clooney para seguir haciendo campaña y probar suerte. Con premios o sin ellos, The Descendants es una película para ver.